lunes, 24 de junio de 2013

Apoya con tu firma la recuperación del oso pardo en Galicia

En mayo de 2013, la Consejería de Medio Ambiente y el Presidente de la Xunta de Galicia presentaron la revisión del Plan de Protección del Oso Pardo en Galicia. Las presiones de colectivos cazadores y ganaderos locales hacen peligrar su continuidad y limitar el ámbito de actuación, excluyendo algunos de los concejos visitados recientemente por algunos osos procedentes de Cantabria y donde la especie podría recuperar parte del terrtorio perdido hace décadas.

Varias asociaciones gallegas, Ancares Parque Natural, Courel Parque Natural y SOS Courel han iniciado por ello una campaña de apoyo al plan de recuperación, enviando cartas al Presidente de la Xunta de Galicia y al Director de Medio Ambiente para que aprueben las medidas previstas en el Plan de Recuperación y no las retiren por presiones de personas o grupos particulares, manteniendo el territorio total de las disposiciones de protección del medio ambiente que contemplan la expansión de la especie a otras áreas como Quiroga, el Fonsagrada y Pena Trevinca cuando se confirme la presencia de osos.

También instan a la Xunta de Galicia, a su Presidente y al Consejero de Medio Ambiente para que se declaren en un futuro próximo las comarcas de Ancares (Navia de Suarna, Cervantes, As Nogais, Becerreá, Baralla) y Courel (Folgoso do Courel, Quiroga) espacios protegidos bajo la figura de Reserva Natural.


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martes, 21 de mayo de 2013

Campaña internacional "Clean up the med"

En mayo de 2013, cientos de voluntarios acudiremos a las playas y costas mediterráneas para limpiarlas de la basura de cualquier tipo que afecta tanto a costas urbanas como a reservas marinas.
 
La basura que se acumula en el fondo del mar, en las playas y en la mayoría de las costas del Mediterráneo es generada por las actividades humanas, y el objetivo principal de nuestra campaña es concienciar y educar, así como eliminar físicamente los residuos.
 
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lunes, 1 de abril de 2013

As Fragas rebrotan entre las críticas de los ecologistas

El 31 de marzo del 2012, hace exactamente un año, las llamas corrían ladera abajo por el cañón del río Eume hacia el parque natural de As Fragas do Eume, uno de los bosques atlánticos mejor conservados de Europa y joya ecológica de Galicia por su valía ambiental y paisajística como referente turístico del noroeste gallego.  Seguir leyendo la noticia en El Correo Gallego

Fue uno de los peores incendios del año en plena sequía invernal. Según los datos facilitados esta semana por la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, consumió 520 hectáreas, 274 de ellas eran fraga o bosque autóctono, y amenazó el corazón verde de un espacio natural único, que suma 9.126 hectáreas, con un hábitat muy singular que habitan especies protegidas y poco usuales.

El fuego se declaró a las 15:00 horas del 31 de marzo en un foco único en el alto de Teixido, en el municipio coruñés de A Capela, saltó el río Eume y se extendió por Monfero, As Pontes y Cabanas, cuatro de los cinco municipios que lindan con el parque natural.

El juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol abrió una investigación que se archivó cuatro meses después, a finales de julio, al no hallar un autor material de un fuego imprudente que se originó, como causa más probable, a partir de una colilla, según se reflejaba en las conclusiones del informe del Seprona de la Guardia Civil.

Las llamas avanzaron hasta cercar el monasterio medieval de Caaveiro, un cenobio del siglo X, y se movilizó a 334 efectivos de la V brigada de la UME, Unidad Militar de Emergencia.

El parque de As Fragas ardió durante cinco días, del 31 de marzo al 4 de abril, hasta que la Xunta dio por extinguido un fuego que movilizó a la sociedad gallega. Resultaron afectadas 61 hectáreas de las 300 que forman la zona de reserva, la más valiosa desde el punto de vista medioambiental, otras 62 fueron de matorral y 150 más de plantaciones de eucalipto y pino, especies repobladas artificialmente.

Doce meses después de aquel fuego que sacudió la conciencia ambiental de Galicia, la Consellería que dirige Agustín Hernández, a través de la Dirección General de Conservación de la Naturaleza, concluye tras "varios controles" y muestreos en distintos puntos del parque, que la evolución en la regeneración ambiental de As Fragas es "continua y muy positiva".

"En las zonas de superficie quemada se observa una progresión de la cobertura vegetal", destaca Medio Ambiente, que tras el fuego colocó barreras vegetales para evitar el arrastre de cenizas al cauce del río, esparció paja, prohibió el paso y las talas y resembró con especies autóctonas.

Desde Verdegaia, el colectivo ecologista, acusan hoy a la Xunta de "eludir su responsabilidad" en la planificación forestal del parque. En un nota, señalan que esta "dejadez" del Ejecutivo autonómico no hace sino "favorecer el riesgo de incendio" y denuncian que, un año después, el Gobierno gallego "silencia los problemas de eucaliptización" del parque, que "en un 22,5%" de su superficie está repoblado con especies foráneas como pinos y eucaliptos.

"El eucalipto, en fase de rebrote después del fuego, además del alto riesgo de propagación de incendios, es una amenaza real para la biodiversidad natural de un bosque atlántico caducifolio", señala Verdegaia.

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martes, 19 de febrero de 2013

El Congreso de los Diputados aprueba la reforma de la Ley de Costas

EFE - La reforma presentada por el Gobierno a la Ley de Costas de 1988 será aprobada por la Comisión de Medio Ambiente del Congreso este martes, con el voto asegurado del PP --que cuenta con mayoría absoluta en el arco parlamentario--, para posteriormente ser enviada al Senado, y así continuar con la 'segunda fase' de su trámite parlamentario.

(Leer la noticia original publicada por la agencia EFE)

Los parques eólicos amenazan a las aves


Los ornitólogos alertan del daño que los parques eólicos provocan a las aves

Han constatado que los molinos ya han hecho desaparecer algunas colonias de los montes gallegos


Leer la noticia completa en La Voz de Galicia

sábado, 27 de octubre de 2012

La marea aragonesa que dejó el 'Prestige'


Voluntarios que participaron en la limpieza de playas reviven esos días. Se quedan con el agradecimiento de los gallegos y una "gran impotencia"

SAMUEL BARRAGUER 21/10/2012
Diez años después, la emoción aún aflora entre los otros protagonistas del Prestige. A pocos días de que, el 13 de noviembre, se cumpla tan redondo aniversario y en la misma semana en que ha comenzado el juicio de la mayor causa jamás instruida en España por un delito medioambiental, los testimonios de los voluntarios que acudieron a limpiar chapapote revelan que aquello fue "algo imborrable". Por su decisiva contribución a la limpieza de más de 1.600 kilómetros de costa y por las intensas experiencias vividas. Como desde numerosos puntos del país e incluso del extranjero, desde Aragón fue partiendo, en los meses siguientes al naufragio, otra marea muy distinta a la del color negro. La formaron personas deseosas de ayudar a paliar los efectos de la mayor catástrofe natural que han vivido nuestro litoral.
La mayoría lo hizo aprovechando puentes festivos o fines de semana, y robando horas de sueño, estudio o trabajo a sus vidas. Se cruzaban el norte del país en coche o en autobús, para enfundarse el inconfundible mono blanco y pasar unas horas, unos días, entre rocas y arena pringadas de petróleo. Algunos repetían. Así, hasta medio millón de voluntarios, cuentan las crónicas de entonces, acudieron a Galicia o algún punto de la costa cantábrica, contaminada por la mancha negra del petrolero. Tras vivir intensas jornadas a pie de mar, volvían a sus lugares de origen tocados con el inconfundible olor de los hidrocarburos que llevaba encima el famoso buque liberiano, con bandera de Bahamas, y que acabó derramando al mar.
Los voluntarios, sin embargo, regresaban con algo más que las manchas y el cansancio de su experiencia. Luis Badenas, entonces responsable del Rolde Choben --las juventudes del PAR-- capitaneó hasta cinco viajes a Muxía. "En las vueltas, toda la gente lloraba, por la rabia de no poder hacer nada más", recuerda. Y añade que "era difícil volverse de allí". "La despedida del primer viaje fue muy emotiva", rememora también Conchi Vicente, que con 20 años se apuntó a las cinco expediciones organizadas por la formación política. Vicente, que llegó a vivir en Galicia al establecer una relación sentimental con un voluntario local, explica que, "aunque estaban organizadas por ellos, muchos de los que venían no tenían ningún tipo de vinculación con el partido".

ESPONTÁNEO Ambos formaron parte del numeroso grupo de aragoneses que se unió a un movimiento surgido, sobre todo al principio, de forma espontánea. Los propios habitantes de los pueblos afectados, la mayoría con marcada personalidad pesquera, fueron los primeros en lanzarse a sus costas a recoger el chapapote. "Una masa viscosa, muy pegajosa y con un olor muy desagradable, que estaba por las playas, los paseos, los parques, las casas...", relata Conchi.
Llegaron al lugar durante el puente de la Constitución del 2002, apenas quince días después del accidente que sienta en el banquillo a los supuestos responsables del derrame de unas 65.000 toneladas de petróleo. Regidos por las órdenes de Protección Civil, "un día limpiábamos miles de kilos, pero al día siguiente llegabas y volvía a estar todo negro y sentías la impotencia de que no valía para nada", cuenta Luis. Conchi explica cómo era el día a día: "Nos trasladaban a las playas con un bus y, antes de decirte la zona asignada, te proporcionaban un chubasquero, botas de agua, un peto blanco de papel, mascarilla y guantes. Y una vez que te habías enfundado todo aquello, éramos irreconocibles, con lo que así resultaba más fácil ir todos a una". "Y luego estaban los manos blancas, las personas encargadas de darte de beber agua o incluso de sonarte los mocos".
Entre los voluntarios había particulares y mucha gente adscrita a movimientos sindicales, universitarios y, por supuesto, ecologistas. Entre ellos, la asociación Fondo Natural, uno de cuyos integrantes, Federico Sancho, también aprovechó unos días de diciembre para aportar su ayuda. "Nosotros fuimos en coche y pasamos toda la noche viajando", detalla Federico. "Contactamos con SEO Birdlife y estuvimos en el programa de recorrido de playas, para buscar aves petroleadas", sigue. Y subraya una imagen que le sobrecogió: "Llegamos el segundo día a la playa de Carnota y nos topamos con una playa, inmensa, pero toda negra. Y había avalanchas de gente, cientos y cientos de voluntarios, con los monos blancos, y también de coches, gente que se había acercado para ayudar". "Me tiembla la voz conforme lo cuento", dice.

RECUERDOS No es al único. Luis se emociona al destacar, por ejemplo, "la gratitud del pueblo gallego". "Yo llegué a trabar amistad con varias familias, y después he estado en comuniones y en algunas celebraciones", añade. Conchi resalta "el lado humano, la solidaridad y el compañerismo". Y "se demuestra --continúa-- que hay muchas personas que son capaces de organizarse y unirse para ayudar al que lo necesita a cambio de nada". "El potencial enorme de la gente para cambiar las cosas", subraya Federico. Un decenio después y con la sensación generalizada de que en el banquillo no se sientan todos los responsables del vertido, a los voluntarios aragoneses se les dibuja una sonrisa cuando echan la vista atrás y rememoran una vivencia que "mereció la pena".